Tema 3. Liberalismo y Nacionalismo.

Este tema está dividido en varios apartados.

1.-La Revolución Francesa (ya lo hemos visto).

 2.-Napoléon Bonaparte .

3.-La Europa de la Restauración.

4.-Las Revoluciones de 1820, 1830 y 1848.

5.-Nación y Nacionalismo.

6.-Las unificaciones de Italia y Alemania.

 

COMENTARIO DE LA OBRA "LA LIBERTAD GUIANDO AL PUEBLO" (DE E. DELACROIX).

 

 

 

ENCUADRE:

Título: La libertad guiando al pueblo. Museo del Louvre. París.

Autor: Eugene Delacroix.

Género: Pintura al óleo sobre lienzo (260 x 325 cm.).

Cronología: 1830.

Estilo: Arte Romántico. Francia.

 

ANÁLISIS:

El lienzo representa una escena de las famosas tres jornadas de julio de 1830, en la que el pueblo de París levantó  en barricadas, frente al absolutismo del rey Carlos X, que quería suprimir la libertad de prensa. Por tanto, estamos ante un acontecimiento histórico, la Revolución de 1830, donde se enfrentan dos ideologías enfrentadas: el absolutismo frente al liberalismo. El pintor es testigo directo de los hechos, tomando partido por la revolución libera. Los disturbios iniciales se convirtieron en un levantamiento que desembocó en una revolución seguida por ciudadanos enojados de todas las clases sociales. No existió un único cabecilla. Por eso Delacroix representa a la Libertad (con la bandera tricolor francesa en la mano) como símbolo del levantamiento guía que conduce al pueblo. Tampoco está representada de una forma abstracta, sino que es una figura alegórica muy sensual y real. Junto a la Libertad, aparecen pintados los representantes de las clases sociales de la época.

Al fondo aparecen brumas y humos de la batalla que diluyen un barrio francés bastante realista. A los pies de la Libertad un moribundo la mira fijamente indicándonos que ha valido la pena morir por ella.

 

COMENTARIO:

 

Este lienzo constituye un manifiesto de la pintura romántica. Nos encontramos ante el primer cuadro político de la pintura moderna, pues en su opinión la historia contemporánea es la lucha política por la libertad, puesto que el romanticismo deja de mirar a la antigüedad y comienza a querer participar en la vida contemporánea. Libertad que, según este mismo autor, estaba ligada indisolublemente en aquella época al concepto de Patria. De ahí que la figura central de la mujer, que es alegoría de la libertad, lo sea también de la nación. Hemos de recordar que la lucha por la libertad y por la nación (el nacionalismo) es una constante en los románticos.

 

Este cuadro tiene una clara función propagandística y agitadora:  el lienzo ha pasado a ser un icono representativo de las revoluciones porque resume claramente el protagonismo popular, en la lucha callejera, en la lucha de las barricadas donde se fraguan los triunfos en los días gloriosos de la revolución, en el caso de la de 1830, los “gloriosos días de julio”. Como protesta contra una serie de ordenanzas que restringían libertades ciudadanas, se inicia en París el día 27 de julio de 1830 lo que se denominó "las tres jornadas gloriosas". En la noche del 27 al 28 jóvenes republicanos se ponen al frente de la insurrección; el día 29 los insurgentes son dueños de la ciudad. Los acontecimientos de París se convierten en el detonante para un movimiento continental; en todas las naciones se lucha contra los reyes absolutos o contra los ocupantes que impiden la independencia nacional (Bélgica contra Holanda o Polonia contra los rusos).

Delacroix elige el día álgido del combate en las calles de París, el día 28, para exaltar con los pinceles el proceso revolucionario.

En cuanto a los personajes, ya hemos dicho que aparecen representadas todas las clases sociales de Francia:

-La figura principal es la mujer de los pechos descubiertos, idea de la Libertad. Se trata de  una mujer que aparece en el cuadro como una Diosa que guía y dirige al pueblo en su lucha. Sus símbolos están claros: el fusil con el hay que luchar por conseguir esa libertad, y la bandera tricolor, la bandera de la Revolución francesa, que de nuevo vuelve a recuperarse como estandarte del país. Para que su condición de diosa esté clara a los ojos del espectador, Delacroix la pinta como las diosas clásicas que se pintaban o se esculpían en épocas anteriores. 

-Junto a la diosa aparece el pueblo, representado en sus distintas clases sociales, desde el burgués que la acompaña a su derecha, a los campesinos, desde los niños a las mujeres. Todos participan en esa lucha, sin que nada los detenga, ni los cadáveres sobre los que hay que seguir avanzando, ni la violencia del momento. La carga simbólica continúa en el trasfondo del lienzo: mientras la diosa Libertad avanza imparable hacia delante, hacia el futurovemos cómo el fondo del cuadroel pasado, se difumina hasta casi desaparecer. En segundo plano, a la derecha del espectador, encontramos Notre-Dame de París, en una de cuyas torres ondea la bandera revolucionaria, quizás para afirmar el sometimiento de la iglesia, que había sido uno de los apoyos de la restauración borbónica.

 

Los otros personajes pintados en primer plano son distintos representantes del pueblo francés: desde un modelo de burgués, con sombrero y levita armado, hasta un representante del pueblo más humilde a la izquierda del cuadro, también con gorro frigio, incluso el protagonismo de los niños (a la derecha de la Libertad, con dos pistolas), uno de los muertos está uniformado, y otro semidesnudo y descalzo. Se pretende aglutinar a los distintos estratos sociales que forman la nación en armas, la nación revolucionaria.

 En el cuadro aparecen jóvenes, adultos, clase obrera, burgueses y soldados defendiendo a la Libertad que, como ya se ha dicho, en este caso se identifica también con Francia y es representada como una mujer empuñando un fusil de la época (rasgo realista) y con el pecho al descubierto, hecho este último que escandalizó a críticos y a parte de la sociedad de la época. Entre los muertos del primer plano (abajo, a la derecha del espectador) aparecen también soldados leales a Carlos X. El personaje del sombrero de copa es un burgués, en el que se autorretrata Delacroix a pesar de que no participó en los hechos. Este autorretratarse evidencia un deseo de compromiso por parte del pintor. En una carta fechada el 18 de octubre de 1830 escribió a su hermano, el generla Charles Henri: "He comenzado un cuadro de tema moderno, una barricada... y, si no he luchado por la patria, por lo menos pintaré para ella".

 

CONTEXTO HISTÓRICO:

 

 Nos encontramos en una época tremendamente convulsa: los inicios del siglo XIX suponen un duro enfrentamiento entre los principios revolucionarios liberales defendidos por la burguesía en la Revolución Francesa, frente al estatismo del absolutismo y la sociedad estamental anterior. El Romanticismo, así,  es un movimiento cultural y artístico que exalta los sentimientos por encima de la razón y que defiende la rebeldia y el triunfo de la Revolución. Por tanto, si lo ponemos en relación con los acontecimientos históricos que se viven en su época, es el arte que se identifica con las revoluciones liberales y con la lucha por la libertad.

Conclusión: Sin embargo el protagonismo del “pueblo” en las barricadas no se traduce luego en el control del poder político y suele ser la burguesía, en especial la Alta burguesía, más conservadora y elitista, quien se hace con el poder, limitando mediante el sufragio censitario la representación política que las masas se habían ganado en la calles durante las jornadas revolucionarias. Por tanto, será la gran burguesía la gran beneficiada por toda esta lucha revolucionaria, quedando el pueblo llano postergado de todos los avances políticos, económicos y sociales.

 

(Información extraída del blog https://artetorreherberos.blogspot.com.es)

COMENTARIO DE LA OBRA. "LA CORONACIÓN DE NAPOLEÓN". DE J. L. DAVID.

 

 

CONTEXTO.    

    La escena se desarrolla el 2 de diciembre de 1804, en la catedral de Notre Dame de París. Napoleón se distancia aquí del protocolo de la monarquía de antiguo régimen y quiere romper con la herencia de la Casa de Borbón. Sin embargo, los distintos objetos recuerdan los símbolos reales: están presentes la corona y el cetro. El emperador es consagrado por la gracia de Dios, pero su coronación por mano propia simboliza su derecho a la corona por la voluntad del pueblo. En efecto, aunque Napoleón nunca "arrebató" la corona de manos del Papa, según el mito inventado por Adolfo Thiers y repetido erróneamente desde entonces lo cierto es que este corana a su esposa de espaldas al Papa, a quién Napoleón había hecho venir desde Roma tras firmar el Concordato

El decorado arcaizante, el globo crucífero y la corona de laurel indican la fascinación de Napoleón a la vez por el imperio carolingio y el imperio romano. La presencia de altos dignatarios así como de la familia Bonaparte son los apoyos del nuevo régimen. Componen a la nueva nobleza de imperio (oficialmente fundado en 1808), de una nobleza basada en el mérito. Napoleón restablece una corte con una etiqueta y reside en los palacios de la monarquía francesa (Tullerías).

 

LOS PERSONAJES DEL CUADRO.

 

             1.    Napoleón I (1769-1821) está de pie; el es el único protagonista de la escena, los otros no son más que espectadores pasivos.

2.    Josefina de Beauharnais (1763-1814): se arrodilla, en posición de sumisión, como preconiza el Código civil francés. Recibe la corona de las manos de su marido, no del papa.

3.    Maria Letizia Ramolino (1750-1836), madre de Napoleón, ha sido colocada en las tribunas por el pintor. Ocupa un lugar más importante que el papa. Realmente, no asistió a la ceremonia para protestar por la desavenencia de Napoleón con su hermano Luciano. El padre de Napoleón, Carlo Buonaparte murió en 1785. Maria Letizia pidió al pintor que le asignara un lugar de honor. En 1808, cuando Napoleón descubrió la tela acabada en el taller de David, quedó arrebatado, y ofreció toda su gratitud al pintor que había sabido rendir homenaje para la posteridad al afecto que profesaba a una mujer que compartía con él la carga de su función.

4.    Luis Bonaparte, (1778-1846); al principio del imperio, recibió el título de gran condestable. Rey de Holanda en 1806. Se casó con Hortensia de Beauharnais, la hija de Josefina.

5.    José Bonaparte (1768-1844): tras la coronación, recibió el título de príncipe imperial. Luego fue rey de Nápoles en 1806 y de España en 1808.

6.    El joven Napoleón-Carlos (1802-1807), hijo de Luis Bonaparte y de Hortensia de Beauharnais.

            13.-El papa Pío VII (1742-1823), se limita a bendecir la coronación. Se rodea por los dignatarios eclesiásticos, nombrados por Napoleón desde el       

Concordato. Con el fin de no comprometer el nuevo equilibrio entre la Iglesia y el Estado, el papa aceptó bien que mal asistir a la coronación, lo que David representa claramente en el cuadro: se reconoce a algunos obispos con sus mitras y, en el primer plano, al arzobispo de París llevando una cruz en la mano. Pío VII es apenas visible, sentado detrás de Napoleón, su mano derecha en un gesto de bendición. No lleva ni mitra ni tiara, sino el pallium sobre los hombros, esta banda de lana blanca bordada de seis cruces negras que era uno de los atributos de la soberanía de los metropolitanos de la Iglesia romana. Gracias a eso se le identifica. Antes de la ceremonia, el papa bendijo a la pareja imperial después de haber esperado dos horas en el edificio helado: el emperador quería absolutamente hacer comprender al Soberano Pontífice que estaba a sus órdenes en adelante. Napoleón tuvo no obstante que hacer concesiones, o al menos velar porque su función, por imposible que eso pareciera, fuese compatible con los ideales de 1789. La ceremonia de la coronación se desarrolló pues en dos tiempos, uno religioso, el otro republicano. Por ello después de haber puesto la corona, Napoleón prestó el juramento constitucional: « Je jure de maintenir l’intégrité du territoire de la République » (Juro mantener la integridad del territorio de la República). Napoleón, emperador por la gracia de Dios y de la constitución de la República.

14.- El pintor Jacques-Louis David, autor del cuadro, se encuentra en las tribunas.

 

(Información extraída de wikipedia)